OPINIÓN

Tres sociólogos en la mira
26/12/2025

Hoy en día la relevancia de profesionistas egresados de esa carrera universitaria está presente en la vida nacional

A diferencia del sexenio encabezado por Vicente Fox Quesada en el cual uno de sus secretarios de gobernación quiso desaparecer a la Sociología como oferta profesional universitaria para los estudiantes con el argumento de que era una carrera que no abonaba a los entonces tiempos modernos plenos de tecnologías e ingenierías, hoy en día la relevancia de profesionistas egresados de esa carrera universitaria está presente en la vida nacional. Aunque por diferentes motivos, claro está.

          De aquellos tiempos en los que el funcionario Carlos María Abascal Carranza planteó la posibilidad de desaparecer a la Sociología como carrera universitaria, a este 2025 han pasado dos décadas y también ha corrido mucha tinta, entre otros aspectos porque su esfuerzo fue en vano, así como su intento de prohibir que en la clase de literatura en las escuelas de educación media y media superior se incluyera la lectura de la novela "Aura" de Carlos Fuentes, porque, según éste fiel representante de lo más rancio del conservadurismo confesional, atenta en contra de las buenas costumbres morales y cristianas de las que él como su familia y sus correligionarios panistas, se auto eligieron como fieles guardianes y portadores de espadas flamígeras para su defensa a muerte.

          Pero algo sin relevancia pero sintomático de la propuesta de Abascal Carranza de expulsar a la Sociología de la oferta académica de las instituciones mexicanas de educación superior, es que la coordinadora de asesores de su antecesor en el cargo administrativo estudió la licenciatura en Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y escribo sintomático porque a la distancia parecería que su intención resultaba ser un simple distanciamiento con la política interior puesta en marcha en los meses anteriores a su nombramiento, y como no podía descalificar a quien lo antecedió por ser un panista de alcurnia, pues atacó la profesión de quien ejerció las funciones de asesoría, y es que no hay que olvidar que a la acción del entonces presidente Fox de quitar el cuadro de Benito Juárez García del despacho presidencial, provocó que Santiago Creel Miranda, nombrado secretario de gobernación, lo recuperara y lo ubicara en su oficina de esa dependencia en la calle Bucareli en la capital del país. Y bueno, con el arribo de Abascal Carranza, el ex presidente Juárez salió de ese despacho y fue sustituido por la imagen de la virgen de Guadalupe.

          Y es precisamente la coordinadora de asesores de Creel Miranda en la secretaría de gobernación, quien por una acción cometida en aquellos entonces ahora está en la mira de los mexicanos. Sí, María Amparo Casar Pérez es socióloga y está señalada de haber actuado al menos de manera dolosa y poco ética para verse beneficiada de una pensión por viudez que, según sus detractores, no le correspondía. Está marcada social, política y legalmente por esta considerada cuando menos anomalía, sino es que hasta podría ser probablemente un delito. Pero eso lo determinará la ley, dicen los abogados. Y en este punto aparece algo cuando menos sintomático: es acusada de haber cometido una probable acción de corrupción cuando su actual tarea profesional, según esto, es combatir a la corrupción. Paradojas de la vida personal y laboral, se podría decir.

          Otro personaje político que está en la mira pública, es el actual senador José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, y lo está porque lo señalan de tener una actividad política contestaría en contra la derecha y ultraderecha, y eso no se le perdona y entonces lo atacan hasta de manera física desde diferentes ámbitos, mismos que incluyen un flanco que bien se podría considerar de "fuego amigo". Noroña, igual que Casar, estudió la licenciatura en Sociología, pero en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) campus Azcapotzalco, y a diferencia de ella que la izquierda la tiene en la mira, a él lo observa la derecha y alguno que otro de centro y de izquierda, así como miembros de la auto llamada sociedad civil.

          Pero este 2025, no hay que olvidarlo, también una egresada de la licenciatura en Sociología estuvo en la mira pública, pero por diferentes motivos a los de Casar y de Noroña, y es que Cristina Rivera Garza, socióloga por la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) campus Acatlán, perteneciente a la UNAM, fue considerada fuerte candidata a obtener el premio Nobel de literatura 2025, lo que hizo que propios y extraños valoraran su obra teórica, ensayística y literaria, y entonces a pesar de que no obtuviera el premio, tanto la izquierda como la derecha coincidieron en estos reconocimientos. Pero hay más tiempo que vida, dicen por ahí.

          Y aunque existen otros sociólogos mexicanos relevantes, hoy me quedo con estos tres, y se vale plantear tres preguntas: ¿Casar será absuelta? ¿Noroña será candidato presidencial en 2030? ¿Rivera Garza algún año obtendrá el Nobel? María Amparo nació en 1955, Gerardo en 1960 y Cristina en 1964, por lo que aún se tiene tiempo para que sigamos hablando de ellos.




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