¿y tú, Votarías por él/ella?

A Jesús Reyes Heroles, entonces Secretario de Gobernación con José López Portillo, se debe la reforma política de 1977 que pluralizó el sistema de partidos, incorporando incluso al ala comunista que se les tuvo en la clandestinidad por una implacable hegemonía priista gobernante. Sentó las bases de la democracia mexicana.

A la fecha, organizaciones civiles han transitado a partido político con apego a sus principios de doctrina e ideología; aunque en la contemporaneidad de estos 43 años se impuso la mezquindad de quienes desde el monopolio del mando presidencial y legislativo borraron el precepto de la competitividad, exigida por la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales, vigente hasta 1985.

Hay una marcada diferencia en el umbral mínimo de votación que en la competencia electoral los partidos políticos se tenía en la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales que gestó Reyes Heroles, que para revalidar registro como  requirió el 5% del cómputo total  al mediocre bajón de 1.5%, seguido por el 2% al actual 3% en el cómputo oficial, dado por la voluntad popular.

En el retrocesos en las reglas del juego en la competencia por el poder gubernamental, el oficialismo abrió la puerta a acrecentar el número de jugadores, la generalidad satélites suyos y a la vez con ellos pulverizar el voto para restar fuerza a acechante de adversarios en la puja por el mando, acompañantes del descarado fraude en las urnas y en la mesa que permitía ser juez y parte, para perpetuarse.

El presidente Felipe Calderón Hinojosa en iniciativa de reforma política, el 15 de diciembre de 2009 planteó otra vez la exigencia en la competencia electoral por los cargos populares; al prever reincorporar la figura de las candidaturas ciudadanas para que desde la sociedad civil fueran opción ante un evidente desencanto del sistema de partidos; el otro fue justo elevar el umbral mínimo de votos para sostener el registro.

Un umbral de votación que del pobre 2% pasaría a un 4% para que los partidos y sus candidatos se comprometiesen a ser verdaderas opciones de gobierno y no una franquicia que en los hechos son embozados negocio mercantilistas que alzaron la voz alegando que se pretendía sepultar a la democracia.

Definitivamente ha rendido sus frutos todo el esfuerzo, sudor y hasta lágrimas porque primero se lograse sentar las bases del Instituto Federal Electoral en 1990 que con posterioridad en 1996 logró concretarse como un organismo autónomo encargado de la función pública de llevar a cabo las elecciones, este que transitado hacia 2014 se constituyó como el Instituto Nacional Electoral. garante de votaciones genuinamente democráticas, las federales y locales.

Por supuesto que no es cuestión menor la concurrencia el próximo 6 de junio de 2021 de las 32 elecciones locales para renovar a presidentes municipales y/o congresos, además de 15 gubernaturas y los 500 diputados federales. Serán con exactitud 3 mil 526 cargos y/o posiciones propietarias, los se renovarán en la elección de 2021.

Las bases democráticas del país están consolidadas, tomando en consideración que igual desde 1996 emergió con autonomía el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Poder Judicial de la Federación que en la esfera jurisdiccional representa el depositario del control de constitucionalidad electoral que valida o bien anula aquellos actos contrarios al espíritu de los principios democráticos.

Como antecedente, la Sala Superior de instancia jurisdiccional anuló con sólidos argumentos las elecciones para gobernador de Tabasco en el año 2000, además de las dos de Colima, en 2002 y la más reciente de 2015, justo porque hubo la intromisión del oficialismo gubernamental que cargó los dados en pro del candidato de su filiación partidista. Súmele ayuntamientos y diputaciones.

Entre los muchos pendientes para configurar una democracia mexicana de avanzada tiene prioridad subir el umbral de votación mínima a 5 % o más en elecciones para asegurar un principio de genuina competencia en el sistema de partidos, sobretodo ahora que muchas organizaciones pro 4T se quedaron en el intento de pretender serlo.

En la antesala de que este lunes 7 de septiembre inicia el proceso electoral ordinario 2020-2021 del INE, el consejo General en sesión extraordinaria el viernes anterior con controvertida votación otorgó el registro como partido político a Encuentro Solidario, aun cuando el consejero Ciro Murayama consignó con nombre los credos religiosos a los que pertenecen los ministros de cultos que participaron directamente en sus asambleas y proceso de constitución.

El consejero presidente Lorenzo Córdova Vianello censuró que INE violentara el principio juarista de laicidad, al otorgar registro de partido con directriz religiosa.  

Al Partido México Libre liderado por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, en su caso sí se le negó el registro porque no acreditó el origen ilegal de un 8.2 por ciento del financiamiento ejercido durante las etapas de formación, motivo por el cual se le impuso una multa por 2 millones 700 mil pesos.

Igual de ilegal y violatorio a la constitución federal: artículos 40 y 41, que Encuentro Solidario, ya con registro tenga injerencia directa de ministros de cultos religioso; como que México Libre no solventó el origen legal o no del dinero ejercido.

En el fondo de la forma tienen sus motivos los consejeros generales del INE, sobretodo los recién designados, como para haber votado en el que sentido que lo hicieron en ambos casos.  

Bitácora

Son otros tiempos, pero con las mismas circunstancias en la etapa final de registro de “nuevos partidos políticos” nacionales.

eduhdez@yahoo.com