Altar Mayor

El caso de la tremenda Corte...


Qué cosas ocurren en el escenario político nacional en tiempos de la 4T y ante la proximidad del relevo presidencial.

Fíjese usted, lector querido, la conmemoración del 107 aniversario de la promulgación de nuestra Constitución Política de México, el pasado 5 de febrero dio la pauta para remarcar ese gran distanciamiento que imperó a lo largo de todo el presente sexenio entre el Poder Ejecutivo Federal y el Poder Judicial.

Habrá quienes celebren por un lado que en México se esté viviendo la auténtica separación de Poderes que nunca antes se había visto; pero habrá quienes también opinen que, curiosamente esto no sucedía en los regímenes pasados –contrarios al partido, hoy en el poder— cuando esa línea "divisoria" solo era imaginaria pues para nadie es secreto el poder dominante de los Presidentes de México hacia los otros Poderes de la República.

Por eso llama la atención la pieza oratoria del Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Alberto Pérez Dayán, durante la citada celebración histórica a la que asistió la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.

Un documento que vale la pena leerlo y releerlo pues da pie a muchas interpretaciones; sobretodo, cuando se refiere a la iniciativa de reformas al Poder Judicial propuestas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador el mismo día de la celebración histórica.

Pérez Dayán, recordando al Constituyente de 1917, Paulino Machorro y Nárvaez citó una frase del propio ex ministro de la SCJN, que a muchos atrajo la atención: "hay que alejar al Poder Judicial de la política y no arrojarlo al fondo de ella, para que no resulte un juego de las pasiones".

Interesante la cita, y algunos opinológos dicen que eso es lo correcto.

Así debiera ser, sin embargo lo incorrecto es lo que han estado haciendo el Poder Judicial y una Suprema Corte que se han visto politizados, partidarizados, calificarían otros.

Lo evidente y que no puede ocultarse ya a estas alturas es que la SCJN ha tomado partido, hay quienes –inclusive--  llegan a calificarla como una institución "antiamlo, desde aquellas batallas jurídicas que se vivieron en el pasado.

Pero, observemos esto:  cuando el ministro Pérez Dayán refiere aquella cita de que "hay que alejar al Poder Judicial de la política...."  viene a la memoria de más de uno el hecho de que la Suprema Corte nunca ha sido un poder "apolítico", apartidista o imparcial. Su historia es de cercanía con el poder político; en su momento fue echeverrista, jolopista, madridista, salinista y hasta panista con Felipe Calderon y Vicente Fox.

A los ministros siempre los ha puesto el Presidente, de manera directa o indirecta, a través de una Cámara de Senadores plenamente subordinada.

Por eso hay quienes coinciden en señalar que la línea "divisoria" que se decía existía en el pasado, solo era imaginaria o ilusoria, mejor dicho.

Hoy, dicho sea de paso, tal parece que la Suprema Corte está siendo controlada por los poderes fácticos del pasado, o aquellos grupos representativos de  la Derecha que, sin duda alguna, quisieran seguir conservando los privilegios que lograron al amparo de aquellos gobiernos identificados con los intereses trasnacionales.

Entrelíneas.....

Por cierto, desde ahora hay quienes dicen que de todas las iniciativas de reformas legislativas que acaba de enviar el Presidente AMLO las que realmente no tienen ninguna posibilidad de negociación entre las distintas fuerzas políticas, son las siguientes: la del Poder Judicial, la de pasar Guardia Nacional a la Sedena, la desaparición de órganos autónomos y la electoral que desaparecería al INE y eliminaría diputados plurinominales. ( altar_mayor@yahoo.com.mx)