OPINIÓN

Poder Político
28/07/2025

¿Qué presumes?

Qué hipocresía del neofascista presidente Donald Trump de «Hacer grande a América otra vez» cuando nada queda del linaje anglosajón de las 13 colonias que se asentaron gradualmente en esa zona geográfica del continente, desde la primera de Jamestown, Virginia, en 1607 hasta Georgia en 1732; con el evidente mestizaje absoluto. Estados Unidos desde que emergió ha sido un país de migrantes como para pretender una etnia de casta blanca.

Aún más, la política de desterrar a todos los migrantes sobre todo mexicanos y latinos dejaría al país sin habitantes, habida cuenta que el propio ejecutivo federal tiene su origen étnico escocés por su madre Mary Anne MacLeod, sumado a que igual procede en su contra el decreto presidencial  de una deportación por los múltiples delitos federales, incluido su vínculo al «Archivos Epstein» sobre trata sexual y la evasión fiscal.

Son evidentes el racismo, xenofobia, discriminación y demás comportamiento psicológicos y social que le incriminan, al grado de tener juicios en proceso aplazados hasta después del término de su segunda gestión presidencial, el 20 de enero de 2029; entre estos haber incitado el inédito asalto al Capitolio, sede del Senado y Cámara de Representantes de los «Estados Unidos de América», por parte de sus afines para impedir que en enero de 2021 se calificara y entregara la constancia de presidente electo a Joe Biden.

Argumentos legales hay para recluir al republicano en la prisión «Alligator Alcatraz» a donde son envían los migrantes, llamada así en alusión a los reptiles de esta especie como caimanes y cocodrilos que allí rodean entre los humedales.

El juicio político para removerle de su cargo como jefe de estado  pende sobre un personaje que ningún rasgo propio de político profesional tiene como para liderar a la nación más dominante en la geopolítica, en vilo por la cascada de iracundos caprichos que van desde la imposición de aranceles para absolutamente todo hasta el abierto patrocinio en conflictos bélicos en particular de Israel con las naciones su rededor, ancestrales con Gaza, Irán, Siria, Líbano, Yemen, y demás asentada en «Tierra Santa», con el inherente genocidio.

El presidente estadounidense, aún carente de competencias para el genuino ejercicio de la política y la diplomacia, afianza en grado superlativo que su país como la clase cogobernantes en los hechos no tienen amigos que presumen en la retórica, sino que le mueven sus intereses; porque hasta sus propios aliados como Reino Unido acecha con la imposición de exorbitantes impuestos, con el alegato de que todos se aprovechan de su país.

Donald Trump no tiene palabra ni hay tratado alguno que tenga que violentar o salirse del mismo para cumplirle a los poderes fácticos que mandan detrás de él, a quienes en realidad obedece y no a quienes manipuló sobre el entramado de un mentiroso discurso para que en su ingenuidad, votaron en el sentido de que el colegio electoral le favoreció para acceder a la reelección presidencial.

Inocentes e insensatos fueron una parte de los latinos y afroamericanos con residencia legal en territorio estadounidense, al creer en su oscura retórica sin darse la oportunidad de informarse, razonar previo a asumir una decisión que hoy les tiene con la ingratitud de una persecución por el simple pigmento de la piel, o bien porque no coinciden con sus radicales políticas, por pensar distinto y pronunciarse contra el discurso, además de acciones antisemita, el prejuicio y la hostilidad hacia los judíos.

Esta represión escaló incluso escaló a los estudiantes migrantes que cursan licenciatura o bien un posgrado en universidades privadas como Harvard que por defenderles se les «castigó» con el retiro de financiamiento federal como una medida represora; la comunidad china fue una de las perseguidas con el trasfondo del interés por forzar un acuerdo con el país asiático.

Entre los residentes latinoamericanos, México literalmente ha sido el permanente «villano favorito», objeto de un maltrato inmisericorde estigmatizados como delincuentes, aún más los residentes en las «ciudades santuarios» como Los Ángeles, California, en medio de redadas; aunque con la inmoralidad de tener en su red Truth Social contratado a personal originario de acá.

Trump además de no poder ocultar su  perfil delincuencial y negarse a reconocer a los narcotraficantes de su pañis, a los de México les tipificó como terroristas. Si García Luna como Secretario de Seguridad Pública Federal gubernamental, Donald no se queda atrás sólo que como jefe de estado de su país… Para nada un secreto.     

eduhdez@yahoo.com





DEJA UN COMENTARIO