Escala Crítica
26/05/2025
Lo mediático y lo social: tensiones hacia 2027; dos repúblicas en una.
* Información sobre las dos repúblicas: ¿hay liderazgos emergentes?
* Liderazgo genuino ante situaciones de crisis: perseverancia ética.
* Trump y Sheinbaum, diferencias: ácido mediático y escudo social.
"MÉXICO VIVE cuatro países en uno", planteó el analista Javier Tello hace algún tiempo (10/3/2021): la república de las leyes, la república mediática, la república presidencial y la república social: vivencias ciudadanas a ras de suelo. En ese panorama, Tello se quejaba de la ausencia de liderazgos emergentes para 1) enfrentar a la 4T en las elecciones federales intermedias, 2) diversificar las voces en la opinión pública, 3) inyectar propuestas a una oposición raquítica.
¿Qué sucedió después de 2021? Se consolidó en 2024 la hegemonía 4T, con liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum que triunfó de forma contundente: 36 millones de votos, 60% de las preferencias ciudadanas. En 2025, esa preferencia crece en las encuestas nacionales de manera significativa: entre 76 y 80%. Estos datos permiten ubicar un rasgo crucial sobre liderazgos emergentes en México: no se perciben ni en la república mediática ni en la república social. ¿Esto tendrá impacto en la república de las leyes: elección judicial por voto ciudadano? Veremos la respuesta en junio.
MEDIÁTICO NO MATA SOCIAL
HAY ESPEJISMOS MEDIÁTICOS que quizás desactivan propuestas opositoras, por acumulación de expectativas con información errónea: narrativa mediática que no indaga a ras de suelo.
Un contraejemplo a la inercia opositora de hoy: imagine el lector, después del 2006 polarizado en las urnas, que López Obrador no hubiese intentado romper el cerco mediático con recorridos por todos los municipios del país. Con AMLO en el limbo mediático, se apostó por el arraigo social. Se imprimían entre 10 y 15 millones de ejemplares mensuales del periódico Regeneración, inspirado en la experiencia de Ricardo Flores Magón. Alguna vez contó AMLO: "El verdadero problema fue distribuir esos millones de ejemplares a lo largo y a lo ancho del país. Miles de voluntarios lo hicieron posible, repartiendo Regeneración de casa en casa en municipios, rancherías y poblados". De este modo, "se pudo romper el cerco mediático, mantener la esperanza del pueblo y seguir picando piedra. Sin ese esfuerzo no estaríamos aquí". Esta anécdota micro con significado macro, aclara la diferencia entre lo mediático y lo social.
No hay que ignorar que un ensayo de este impreso a nivel nacional se realizó con alcance local en Tabasco: La Verdad del Sureste, periódico fundado por AMLO en 1991. ¿Lección para opositores? tarde o temprano, lo social se hace visible y cuenta.
No se sabe, entre lo mediático y lo social, cuál será la estrategia 2025/2027 de la oposición a la 4T. Mientras tanto, el gobierno de Claudia Sheinbaum -con agenda problemática- mantiene aprobación ciudadana que sorprende a opositores y analistas.
APRETAR LOS DIENTES
PLANTEA EL HISTORIADOR Marc Bloch: "ser jefe verdadero es, quizás ante todo, saber apretar los dientes; es inspirar a los demás esa confianza que nadie puede dar si él mismo no la tiene; es negarse hasta el fin a desesperar del propio genio; es por fin aceptar, para aquellos a quienes uno manda tanto como para sí mismo, antes que la vergüenza inútil, el sacrificio fecundo". Confianza, no desesperar y sacrificio fecundo, virtudes del liderazgo genuino. ¿Qué podemos decir sobre la existencia de esas virtudes en políticos del siglo XXI mexicano? Ante la avalancha de críticas sin fundamento y rondines palaciegos con rebote mediático, aquí están tres elementos que la ciudadanía puede utilizar para calibrar a políticos opositores.
¿Hay liderazgo social si se fundamenta sólo en narrativas mediáticas? No hay proyecto alterno a la 4T con trabajo en comunidades. Sólo chispazos. Del otro lado, si todo es solución mediática no hay confianza en los gobernantes: "En el pasado, hombres que estúpidos no eran ni, ante el peligro personal, cobardes, también habían sucumbido demasiado pronto ante el infortunio", enfatiza Bloch. No basta la mera inteligencia y la valentía sola. Ante situaciones críticas, se necesitan ambas cualidades y perseverancia ética para hacer lo correcto.
Hay que sortear tentaciones materiales y ambiciones de poder.
SUELO CIUDADANO
HOY, LA CONSTRUCCIÓN de liderazgos privilegia enfoques mediáticos. Por supuesto, es necesaria la exposición "por aire" (así lo nombran los estrategas de marketing) por la rapidez del reconocimiento de nombre y el ahorro de tiempo para llegar a grandes franjas de población. Pero la exposición mediática no lo es todo. La discusión sobre la eficacia mediática en el terreno político pasa por el contexto tecnológico de cada país. Donald Trump, fenómeno político mediático, retornó al poder presidencial en EEUU. Lo hizo por el campo mediático que articula y el arraigo social que generó ante personas sin otra esperanza política visible. La pregunta sigue en pie: ¿cuál es entonces el liderazgo social real de Trump?
La democracia mediática se encuentra prendida con alfileres de percepción. Y un cambio en la percepción es fatal para liderazgos que no se construyen a ras de suelo. Ésa es la diferencia crucial entre liderazgo mediático y liderazgo social. La presidenta Sheinbaum, con el proyecto de nación 4T que la respalda, encarna un liderazgo social. Ignorarlo, para la oposición tiene sus costos; por eso debería apostar por el arraigo social y la cercanía a los problemas ciudadanos. ¿Lo harán?
(vmsamano@hotmail.com)
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