"¡GRACIAS!"
30/06/2025
El nuevo libro de AMLO y su lugar en la tradición presidencial de las letras"
I.-Nada como iniciar el presente acercamiento al libro "¡GRACIAS!" de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con dos verdades de Perogrullo.
PRIMERA VERDAD.- AMLO no ha sido, no es, ni será el único personaje político que ha ocupado la presidencia de la república de México, y que ha escrito un libro, ya sea antes, durante o después de su función pública. Es más, se podría especular que son más quienes lo han hecho que los que no, aunque algunos recurriendo a la figura de coautoría (¿escritor fantasma?) como Luis Echeverría quien junto a Milos Minic publicó Retos de los no alineados. O Vicente Fox (¿de qué otra manera podría publicar este personaje?), que firmó al lado de Rob Allyn el texto La revolución de la esperanza. La vida, los anhelos y sueños de un presidente. Y de los que firmaron solos (¿los escribirían solos?), Carlos Salinas está a la cabeza porque tiene varios en su haber, entre los que sobresale La década perdida en donde habla de los sexenios de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, quienes por cierto no salen nada bien librados. O Felipe Calderón con El hijo desobediente en el cual reconoce que no estudió la licenciatura en Derecho en la UNAM porque reprobó (aunque en la realidad no es lo único que ha reprobado) el examen de admisión, y que por ello tuvo que refugiarse en la Escuela Libre de Derecho, en donde tuvo como condiscípulos a Javier Lozano y a Claudio X. González. O Miguel de la Madrid y su Cambio de rumbo, testimonio de una presidencia 1982-1988 elaborado a partir del trabajo de Alejandra Lajous al frente de la oficina de la crónica presidencial durante esos años. O Mis tiempos de José López Portillo". O Memorias de Porfirio Díaz. O Álvaro Obregón y su Ocho mil kilómetros de campaña. O Enrique Peña (quien no pudo mencionar el título de tres libros) y su México la gran esperanza. O las tres cerezas del pastel escritural de los personajes presidenciales que han publicado libros: las dos primeras son Apuntes para mis hijos de Benito Juárez, y La sucesión presidencial en 1910 de Francisco I. Madero; y la tercera son Problemática ambiental en la Ciudad de México y Consumo de energía y emisiones CO2 del autotransporte en México de la científica Claudia Sheinbaum Pardo (primera mujer en llegar a la presidencia de México), títulos a los que pronto se les sumará Diario de una transición histórica.
SEGUNDA VERDAD.- ¡GRACIAS! no ha sido, no es, ni será el único libro que publique AMLO a lo largo de su vida pública y profesional, y es que él mismo lo consigna, primero, en el cuerpo del texto ¡GRACIAS! en donde comparte que en 1983 arribó a vivir a la Ciudad de México después de haber acompañado al gobernador Enrique González Pedrero durante siete meses como dirigente estatal del PRI y de haber rechazado el ofrecimiento de seguir en el gobierno como oficial mayor, y ahí "terminé en ese tiempo Los primeros pasos. Tabasco 1810 a 1867, un libro sobre la historia de Tabasco y empecé otro con el título Del esplendor a la sombra: la República restaurada. Tabasco, 1867 a 1876". Y después, al anunciar que cuando entregara la banda presidencial a su sucesora, él se retiraría de toda vida pública y política, y se dedicaría a escribir un libro de historia, aspecto que al menos en su primera parte (su retiro) lo ha cumplido a cabalidad a partir del 1 de octubre de 2024.
II
Ahora bien, si bien es cierto son ciertas estas dos verdades de Perogrullo, ninguna de las dos deja de ser importante por lo que el mismo AMLO representa en la concepción y el desarrollo del México moderno. Es decir, aunque no es el único titular del poder ejecutivo federal en publicar un libro, sí es muy importante aclarar que sin duda él sí escribió cada una de las líneas de ellos, hecho que lo diferencia de la gran mayoría que lo antecedió (¿habrá alguien que crea que Vicente Fox pueda idear y escribir con coherencia al menos un párrafo?). Además, aunque ¡GRACIAS! no es su único libro, no es nada descabellado aseverar que su contenido sí representa lo que AMLO es y significa en la historia tabasqueña y nacional de al menos el más reciente medio siglo. Y es que el mismo AMLO lo escribe en la Introducción del mismo libro: "No hay texto sin contexto". (Continuará)
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