OPINIÓN

Pelé, el vasco Aguirre y las protestas
11/06/2025

Fútbol y protesta: Pelé, Aguirre y el silencio incómodo

Previo a la realización del Mundial de Fútbol en Brasil, que se llevó a cabo del 12 de Junio al 13 de Julio de 2014, se registraron muestras multitudinarias de inconformidad argumentando que sería mejor que el gobierno encabezado por la presidenta Dilma Rousseff destinara los recursos económicos que invirtió en la realización de dicha competición a programas sociales para paliar la crisis que padecía el país, principalmente entre las clases más desprotegidas.

          Ante este descontento social, sobresalió una declaración del considerado por muchos, mejor jugador de la historia del fútbol: Pelé, quien se aventó la puntada de decir que lo mejor que podían hacer los manifestantes era regresar a sus casas porque lo realmente importante es el fútbol. A esta declaración le respondió otro gran jugador brasileño, Romario, quien recordó algo que ya había externado: "Pelé callado es un poeta. Como jugador él es nuestro rey, nuestro dios, pero tendría que ponerse un bozal".

          La anterior anécdota de Pelé y Romario, se me vino a la memoria al conocer la declaración que el vasco Aguirre externó sobre lo que está sucediendo en Los Ángeles con la represión de las fuerzas militares en contra de los migrantes latinos, dentro de los cuales sobresale la comunidad de connacionales nuestros.

          Y es que el actual entrenador de la selección mexicana de futbol, previo al partido en contra de la selección de Turquía en Carolina del Norte, declaró que no puede decir nada sobre el tema porque "no tengo información", argumentando de inmediato que "soy apolítico evidentemente, pero no tengo información, es difícil para mí, puedo confundir a la gente".

          Pero el vasco Aguirre no se quedó ahí, y abundó: "No soy portavoz de los mexicanos, es decir, soy entrenador de la selección nacional, hijo, le puedo dar mensajes a todos los mexicanos que nos ven en el estadio, que nos ven en televisión, que ojalá seamos dignos representantes de su país, en cualquier situación y en cualquier parte del mundo".

          Y el autollamado apolítico siguió: "Yo como entrenador mi obligación es presentar a un equipo mexicano que haga su trabajo lo mejor posible y que la gente que está en casa o en donde esté o en el estadio, se sienta representado por los mexicanos que están jugando ahí".

          Y cerró el tema con estas palabras: "Me gustaría que digan ´se rompen el alma como yo lo haría´, ya sea en cualquier profesión y la nuestra es una más. Mi obligación como mexicano es darle una alegría a los mexicanos desde el futbol".

          Esta larga cita de las palabras dichas por el vasco Aguirre dan para mucho, de entrada para decir que salvando las diferencias en el fondo son similares a las dichas por Pelé, en el sentido de que para los dos lo realmente importante es el futbol, y solo al mexicano le faltó declarar que sería bueno que los manifestantes y demás migrantes mexicanos y latinos, deben dejar la calle y las protestas, y mejor regresar a la "comodidad" de sus hogares o al "libre" estadio de fútbol y ver el partido, porque eso sí es "alegría".

          Pero he de confesar que allá en el lejano 1988 cuando me enteré que el futbolista Javier Aguirre tenía simpatía por el candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, no me pasó por la mente que casi cuatro décadas después diría que aquel jugador hoy utiliza el falso sambenito de "apolítico" (muy común entre la derecha) para evadir pronunciarse sobre una situación delicada, y que además se parece al otrora gran jugador brasileño: callados son grandes poetas.

          Y es que, hay que dejarlo claro, el mexicano prefirió no comprometerse cuando nuestros paisanos de allende el Río Bravo más necesitan de apoyos de sus ídolos y de quienes les dan todavía un poco de identidad, ya sean futbolistas o miembros del espectáculo, y ahora sí como dice la canción: "el palenque enmudeció", o si habló, fue de manera no esperada ni deseada por quienes han sido, son y ¿seguirán siendo?, su mejor público: el mexicano de allá.

POSDATA 1. "Usted es un orgullo para todos los paraguayos, yo me siento orgulloso por ser compatriota suyo".

          Las anteriores palabras se las dijo el emblemático portero de la selección paraguaya al emblemático escritor paraguayo el día que el ganador del Premio Cervantes de Literatura le "reclamó" el haber pagado de manera anónima la operación del corazón a la que el autor de "Yo el supremo" se sometió en un hospital argentino a finales del siglo pasado.

          A lo que José Chilavert simplemente respondió: "Estando vivo Usted es muy importante para los paraguayos". Lamentablemente Augusto Ros Bastos murió el 26 de abril de 2005.

POSTDATA 2. "Soy el primero que ha escrito más libros de los que he leído".

          A quienes les gusta el fútbol con certeza saben quién es Antonio Cassano. A quienes les gusta leer con certeza no han leído sus dos libros publicados: "Lo digo todo" (autobiográfico) y "Las mañanas no sirven para nada", al cual pertenecen las palabras arriba citadas.

          Pero en verdad no sé si Cassano fue el primero en escribir más libros de los que ha leído, pero lo que sí sé es que no es el único ni será el último.





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