La sonrisa del Papa
27/05/2025
La importancia del buen humor en el liderazgo religioso
El pasado 21 de febrero compartí aquí en Diario Presente que el papa Francisco después de exponer las anomalías que se tenían en el actuar cotidiano dentro de la estructura burocrática del Vaticano, convocó a los altos funcionarios de la Curia a que hicieran a un lado las "caras largas" y fueran alegres ya que, les dijo, "una buena dosis de humor sano" le hace bien al ser humano.
La anécdota anterior del papa Francisco la recordé al ver la foto oficial de su sucesor en la representación de Pedro aquí en la tierra, el recientemente ungido papa León XIV, ya que fue imposible no darme cuenta de la sonrisa que engalana su rostro, y la verdad, me dio gusto esa expresión porque al observar la imagen también se me vino a la memoria que no se tiene registro histórico de que Jesús haya sonreído alguna vez. Es más, también recordé que en la Universidad de Paris, allá en el lejano siglo XIII, se desarrolló un debate entre teólogos, historiadores y filósofos teniendo como premisa una pregunta: "¿Rio Jesús una sola vez en la vida?", y es que en aquel entonces ya se había detectado que en los evangelios en ningún momento se muestra a Jesús sonriendo, y como Jesús es modelo a seguir por los cristianos entonces las mujeres y los hombres elegidos por Dios para lograr la santidad debieron y deben borrar de su existencia a la sonrisa y pasar su vida en medio de la tristeza, el sentimiento de culpa, el sufrimiento, la penitencia y la entrega, aspectos con los que para la jerarquía teológica significaría alcanzar el verdadero gozo. Y no está de más decir que bajo esta premisa se corre el riesgo de suponer que la risa o falso gozo, sería uno de las características del ser humano que vive en pecado, y como muestra un botón: las llamadas por las buenas conciencias protectoras de la doble moral, "mujeres de la vida alegre".
Y aunque E. M. Ciorán dijera que toda religión es un atentado en contra del buen humor, reconozco que sería injusto creer que en todos los cristianos de cualquier tendencia (católicos, ortodoxos, protestantes, etcétera), el sentido del humor haya dicho un adiós definitivo en sus vidas, y de esto existen muestras en todas las latitudes y en todos los tiempos. Por ejemplo y regresando a los católicos, habrá que recordar dos anécdotas.
PRIMERA ANÉCDOTA. Valentina Alazraki, corresponsal de Televisa en el Vaticano, cierta ocasión contó que en tiempos de Juan Pablo II en la Santa Sede había un comentario lleno de buen sentido del humor y que denotaba reconocimiento y excelente tono en el contenido, ya que, entre otros aspectos, daba cierta luz en el tenor de que dentro de la cúpula católica no todo era adusto ni mal humor. La periodista mexicana decía que en los pasillos del Vaticano se hacía una pregunta: "¿Cuál es la diferencia entre Dios y Juan Pablo II?"
Y ante la perplejidad del interrogado, quien hacía el cuestionamiento de inmediato respondía con una sonrisa a flor de labios: "La diferencia es que Dios está en todas partes..., y Juan Pablo II ya estuvo". Aquí se hace necesario apuntar que este "ya estuvo" se refería a la política viajera del entonces Vicario de Cristo, y que la reportera no dijo si Juan Pablo II conoció la anécdota y qué reacción tendría.
SEGUNDA ANÉCDOTA. El periodista portugués Henrique Cymerman le preguntó al papa Francisco dos puntos: ¿cómo quisiera ser recordado?, y ¿cuál era su posición ante la rigidez de los protocolos de seguridad del Vaticano? A la primera pregunta simplemente respondió que cuando piensen en él se diga que "era un buen tipo, hizo todo lo que pudo, no fue tan malo. Con eso me conformo". Y sobre el segundo cuestionamiento le dijo al reportero que había tenido que firmar muchos papeles donde él se hacía responsable de lo que le pudiese pasar debido a esa actitud que tenía de brincarse los protocolos de seguridad.
Pero Francisco no se quedó con estas respuestas, sino que en una muestra de un buen sentido del humor él le preguntó al periodista si sabía cuál era la diferencia entre el terrorismo y el protocolo de seguridad del Vaticano, y ante la sorpresa que la interrogante le causó a su interlocutor, Francisco con los ojos llenos de picardía le dijo que la diferencia era que con el terrorismo se puede dialogar. Y no es obvio decir que tanto Francisco como Cymerman sonrieron con singular alegría.
POSTDATA CON SINGULAR ALEGRÍA. En materia de educación, la semana pasada se dieron dos noticias muy buenas, una a nivel nacional y otra en Tabasco. La primera es la realización en las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la capital de país del Congreso Nacional "Necesidad de la Filosofía en el Bachillerato del Siglo XXI", cuyo objetivo es reconocer la necesidad de regresar la enseñanza de la filosofía a niveles medio y medio superior de la educación en México, y es que no hay que olvidar que desde los gobiernos panistas esta disciplina, entre otras como la sociología, se declararon no necesarias para la época moderna dominada por la tecnología, y desde entonces las carreras técnicas han hecho de las suyas. Y la segunda es la noticia de que la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) para este semestre logró conformar un grupo de estudiantes de sociología y otro para historia. ¡Enhorabuena!
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