Escala Crítica
24/06/2025
Opositores en el laberinto: inercias políticas intereses económicos y ruido en los medios
* Nostalgia neoliberal y participación tibia en el desarrollo económico
* Sin territorio y sin liderazgos, cambiar a tiempo o rezagarse
* Morena bajo el riesgo de las tensiones internas y el desagaste
LO QUE SUCEDE a nivel nacional impacta en lo local. Perdidos en un laberinto construido por ellos mismos, los opositores a la 4T brindan flaco servicio a sí mismos y al país, pues con actuar errático permiten que Morena y aliados no necesiten mejorar sus propuestas. Se dice que es el interior de Morena donde se generan sus oposiciones, como en los tiempos del partido (casi) único. La oposición, con inercias, abstenciones, descalificaciones y ausencia de mecanismos para el debate, ¿es la mejor oposición posible, si pensamos en el futuro de México?
Varios críticos han observado que en lo general sin proyecto, sin liderazgos, sin credibilidad y sin trabajo cercano a la gente, los opositores de diverso cuño no aportan rutas alternativas viables al camino elegido por la 4T. No es buena señal.
Panorama preocupante, pero es lo que hay, vistas las acciones y omisiones opositoras en el periodo 2018-2025. PEI y PAN critican a sus críticos, pero como todo partido y gobierno, deben tener ojos y oídos atentos. Sin rubor, quizás por olvidar el tiempo del porfiriato (30 años) o las andanzas de Antonio López de Santa Anna, el senador morenista Gerardo Fernández Noroña, vaticinó: "nos quedaremos cuarenta años en el poder". Si esto sucede por inacción opositora, triste permanencia; si sucede por competencia democrática, adelante caminante.
Claro que la realidad para Morena puede ser distinta, porque no pocos estudiosos advierten un deterioro acelerado en su organización y estructuras, así como evidentes contradicciones ideológicas o inexistencia de ideología.
SEÑORES DEL DINERO, ¿VIENEN O VAN?
HAY OPOSICIÓN de corte económico y empresarial que con corazón neoliberal se esmeró en obstaculizar la opción de un gobierno de izquierda. Sus objetivos de lucro y concentración de riqueza lo explican, sin ignorar que existe otra franja que se califica como empresariado socialmente responsable. Hay historia negra detrás, que –aunque viene de mucho antes- atraviesa 1988 (caída del sistema electoral, para cerrar el camino a Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del Frente Democrático Nacional), llega a 2006 (campaña empresarial negra: "López Obrador ¡un peligro para México!"), para repetir en 2012 y 2018, aunque la marea de la izquierda social –y una inteligente suma de pactos y acuerdos- rebasó el obstáculo de corte empresarial. En este sentido, los señores del dinero en México tenían claro su dial ideológico y cómo tenían que actuar. Los tiempos cambian, con la presidenta Claudia Sheinbaum y el Plan México de inversión.
Ya se cocina una oposición empresarial a la 4T con Ricardo Salinas Pliego, que intentará hacer un Trump/Milei en el 2030 electoral. Figura polémica y desgastada, por litigios fiscales y controversias mediáticas, Salinas Pliego representa la escasez de ideas para confrontar a la 4T en la arena pública. ¿Por qué? La población mayoritariamente necesitada (70% del padrón) no comulga con la visión de estas élites empresariales, que combina racismo (desprecio/indiferencia hacia los de abajo) con individualismo capitalista. Esta ostentación de la libertad desde el poder adquisitivo no cuadra con las mayorías. El PAN como opción política chocó con esa realidad: llegó a un techo de votantes (urbano, clase media/alta) y no pudo ampliar base electoral. Faltó ver hacia abajo. Ahora lo intenta, pero no convence.
FRANQUICIAS DESTRUIDAS
LA OPOSICIÓN POLÍTICA tiene déficit de proyecto, liderazgos y credibilidad. Una debilidad que puede también aparecer en Morena. Por si fuera poco, en la oposición han cometido un error crucial: no ir al territorio, no hacer trabajo de base, que los acercaría a la gente y problemas cotidianos.
La oposición política formal es, por una parte, suma de franquicias en liquidación. Sucedió con el PRI en su fase crítica y con los llamados "partidos paraestatales".
Ahora el PRD desapareció como agrupación nacional y se dispersó en pequeños partidos estatales. Ni PAN ni PRI gozan de salud social. Sus líderes nacionales, Jorge Romero Herrera y Alejandro Moreno Cárdenas, se mantienen en la cúpula pese a derrotas electorales contundentes que, en otras condiciones, ameritarían renuncia. ¿Qué hicieron? Por su partido, muy poco. Por ellos mismos, se pusieron número 1 y 2 en las listas plurinominales, para sobrevivir al sexenio de AMLO.
Hay analistas que piensan que ese tipo de oposición le conviene a Morena para seguir triunfando en las urnas. Sin embargo eso no conviene a la república, al país, a la gente. La oposición política formal tendría que hacer recambios para plantearse una reestructuración de fondo. No parece que el momento esté cerca.
Y más allá de los liderazgos ausentes y falta de credibilidad, queda el aspecto territorial del quehacer político. Si la oposición se contenta con los millones del presupuesto público destinado a partidos, sin buscar presencia real para conocer los problemas del país, rincón por rincón, no habrá en el futuro cercano fichas para activar de forma verdadera su participación. ¿Surgirá una opción de izquierda?
A Movimiento Ciudadano me referiré en otra Escala.
(vmsamano@hotmail.com)
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